
- 08 Juny, 2016
Ayuda psicológica
Debemos destruir la falsa creencia que sólo las personas con problemas mentales deben de acudir al psicólogo. El psicólogo puede ayudarnos a recorrer el camino cuando estamos viviendo situaciones límites en qué no sabemos cómo superar. Y sobre todo para que estos momentos no afecten a nuestra calidad de vida y a nuestras relaciones.
¿Cuándo visitar a un psicólogo? Hoy os dejamos 10 indicios que pueden ser una buena medida para valorar acudir al psicólogo:
1. Autocontrol: la incapacidad de tener control sobre uno mismo significa que la persona actúa bajo la impulsividad, y que seguramente en un estado normal actuaria de forma distinta. Una pérdida de control con facilidad y constante indica que algunos aspectos psicológicos no funcionan como es debido, y por tanto, es necesaria de la ayuda de un profesional.
2. Situaciones límite: la vida nos pone al límite en muchas ocasiones, y cuando esto ocurre, no sabemos cómo debemos actuar por qué no tenemos las herramientas adecuadas. Si permanecemos mucho tiempo instalados en la situación límite, nuestro estado se puede alterar considerablemente. El psicólogo nos ayudará a revertir la situación cuanto antes así como dotarnos de las herramientas necesarias para poder hacerlo.
3. Cambios de humor: todos tenemos días en qué estamos muy contentos y al día siguiente, nuestro estado de ánimo es más bien triste. El problema surge cuando estos cambios provocan malestar y alteran nuestro carácter además, de surgir muy a menudo.
4. Síntomas corporales: algunas psicopatías van acompañadas de síntomas corporales como mareos, ahogos, temblores, sudoraciones, fatiga, palpitaciones, etc. Cuanto más grave es la dolencia psicológica, con más intensidad se presentaran los dolores corporales. Por eso es importante que demos la importancia que se merece ante cualquier pequeña dolencia, ya que puede desencadenar en algo mayor.
5. Insomnio: las alteraciones psicológicas suelen tener consecuencias a la hora de conciliar el sueño. Un estado psicológico no apropiado puede provocar problemas para descansar a la vez que la falta de sueño agrava las alteraciones psicológicas aumentando el malestar general. Es primordial tener un sueño adecuado y descansar correctamente, nuestra mente lo agradecerá, y nuestro cuerpo también.
6. Pensamientos negativos: tener pensamientos negativos es inevitable, de hecho un estado psicológico adecuado consiste en tener pensamientos positivos y también negativos. El problema nace cuando los negativos lo acaparan todo. Tener pensamientos negativos recurrentemente puede cambiarnos la forma de pensar y que acabe regida sólo por pensamientos negativos y en consecuencia, sentimientos negativos.
7. Razonamientos claros: en determinados momentos podemos tener sesgos cognitivos que nos impiden razonar con claridad. Este factor nos hace enfocar los pensamientos, nuestras opiniones, etc. hacia un determinado punto y nos cuesta muchísimo cambiarlo. Es hora de compartirlo con un psicólogo que nos ayude a solucionarlo.
8. Emociones: todo pensamiento genera una emoción, pero las emociones deben de ser procesadas por nuestra mente para que estas no tengan un efecto excesivo en nosotros. Cuando las emociones nos sobrepasan, estas pasan a tener control en nosotros ya que la sensación en concreto todo lo invade. El psicólogo puede ayudar a controlar las emociones y ser dueño de ellas.
9. Intentos fallidos: un claro signo de que necesitamos la ayuda de un psicólogo es cuando intentamos resolver por nosotros mismos algunos de los síntomas anteriores pero fracasamos en el intento. ¿Has intentado alguna vez resolver una situación complicada en la que tu bienestar psicológico se ha visto afectado? Si no funcionó, es hora de visitar un psicólogo.
10. Nuestros ámbitos: podremos delimitar el nivel de afectación de nuestro problema especificando cómo de afectado se ve nuestro ámbito familiar, social, laboral, etc. Si un problema afecta a nuestra vida, debemos ponernos manos a la obra para encontrar una solución efectiva y tan pronta como sea posible. De no ser así, nuestra calidad de vida y la relación que tenemos con los demás se verá gravemente afectada.