¿NECESITO VISITAR EL PSICÓLOGO?
Esta es una pregunta que, a menudo uno se hace sin darse cuenta que, el simple hecho de formularla ya es una señal que algo no funciona como debería. Ahora bien, antes de formularnos si necesitamos ayuda profesional agotamos todos los recursos que tenemos al alcance.
Primero, intentamos resolver el problema por nosotros mismos con voluntad e ingenio. Si no funciona, lo intentamos con la ayuda de nuestros seres queridos más cercanos; familia y amigos. Si finalmente no conseguimos la ayuda que necesitamos, nos planteamos buscarla en un profesional. El psicólogo es un experto en salud mental que nos puede ayudar y asesorar para que consigamos la seguridad necesaria mejorando nuestra autoestima. No tenemos porqué visitarlo única y exclusivamente cuando tenemos un problema sino que nos puede ser de ayuda para mejorar y crecer personalmente.
No debemos esperar a tener grandes problemas y preocupaciones para visitar un psicólogo. Las pequeñas molestias del día a día, que nos restan bienestar y felicidad son motivo suficiente para pedir ayuda. Otro motivo para acudir al psicólogo es esa angustia y sufrimiento personal que sentimos sin motivo aparente.El psicólogo puede ayudar a resolver el real problema que se esconde detrás.
Entender, aceptar y reconocer que hay algo que nos hace sufrir es el primer paso hacia el cambio, y hacia a un crecimiento interior como persona. El psicólogo también nos dota de las herramientas necesarias para ser autónomo en la gestión de nuestras vidas. Ahora bien, eso no niega que en determinados momentos de nuestra vida necesitemos una ayuda externa. Nadie está preparado para soportar ciertas situaciones que se pueden presentar al largo de nuestra existencia.
Nuestra predisposición es el elemento clave para que un tratamiento dé buenos resultados. Nos hemos de mostrar sinceros con la otra persona, abriéndonos con nuestros miedos y debilidades. Hemos de entender que una persona ajena es la persona adecuada para que nos ayude, ya que ofrece una visión totalmente objetiva, no contagiada de nuestra experiencia y partiendo de una formación como profesional.
La negativa ante la idea de visitar el psicólogo nos hace llevar hasta el extremo nuestras frustraciones y miedos, causando un agravio en nuestro diagnóstico. Un problema que podría haberse resuelto rápidamente puede suponer un largo tratamiento.
Mi consejo como psicóloga es que el tiempo no cura nada. El psicólogo nos acompaña en un recorrido a través de nosotros mismos para que consigamos por nosotros mismo la seguridad y estabilidad emocional.
